Un currículum vitae cumple una función concreta: permitir una lectura rápida y confiable de la trayectoria, las competencias y los logros. El esquema difundido por la Universidad de Harvard se ha consolidado como referencia por su jerarquía clara, su neutralidad de diseño y su énfasis en resultados verificables. Esta guía resume ese enfoque y lo contrasta con ejemplos de perfiles técnicos y comerciales.
Estructura jerárquica recomendada
Conviene organizar la información en secciones fijas y en orden cronológico inverso (lo más reciente primero). Para la mayoría de perfiles, una página basta; en trayectorias sénior se admite una segunda, sin repetir información.
- Datos de contacto. Nombre, teléfono, correo profesional y enlace a un perfil verificado (por ejemplo, LinkedIn). Evitar datos irrelevantes como DNI, estado civil o foto si no se solicita.
- Perfil profesional. De 3 a 4 líneas que definan especialidad, sectores y propuesta de valor.
- Experiencia profesional. Cargo, empresa, ciudad/país, fechas y 3–5 viñetas orientadas a logros por puesto.
- Formación académica. Grado o posgrado, institución, ubicación y años.
- Certificaciones y proyectos (opcional). Especialmente útil en perfiles técnicos.
- Habilidades técnicas. Herramientas, metodologías y tecnologías relevantes.
- Idiomas. Nivel con descriptor homogéneo (p. ej., “Competente”, “Nativo”).
- Información adicional (opcional). Publicaciones, voluntariado o disponibilidad para viajar, si aporta valor.
Ejemplos:
Redacción orientada a logros
El núcleo del modelo es escribir con verbos de acción y resultados cuantificados. Una pauta útil es Resultado + Acción + Contexto/Métrica.
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Perfil de ingeniería de procesos
- Reduje los costes operativos en un 15 % mediante la optimización del tren de desalación.
- Mejoré el rendimiento de filtración en un 20 % tras rediseñar el pretratamiento.
- Aumenté la eficiencia del equipo en un 30 % introduciendo software de simulación.
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Perfil comercial/marketing
- Incrementé la tasa de cierre en un 18 % al estandarizar el proceso de prospección y seguimiento.
- Abrí 4 cuentas estratégicas y elevé la facturación anual en 1,2 M S/.
- Mejoré la retención de clientes en un 25 % al implementar programas de fidelización y NPS.
Evite descripciones de tareas genéricas (“responsable de…”) sin evidencia de impacto. Mantenga tiempos verbales consistentes: pasado para logros cerrados y presente para funciones actuales.
Diseño profesional y legible
La legibilidad prima sobre lo decorativo.
- Tipografías sin serif legibles (una o dos como máximo) y uso moderado de negritas para títulos.
- Márgenes de 2–2,5 cm e interlineado de 1,15–1,3.
- Señalética visual clara: títulos alineados, fechas a la derecha, viñetas uniformes.
- Color discreto; evite gráficos, iconos abundantes o columnas desbalanceadas.
- Compatibilidad con sistemas de seguimiento de candidaturas (Applicant Tracking Systems, ATS): exportar a PDF, evitar tablas complejas, mantener nombres de secciones estándar y palabras clave del anuncio.
Personalización por perfil y por vacante
El contenido debe adaptarse al objetivo profesional y a cada oferta:
- En ingeniería, resalte metodologías (p. ej., Lean, Six Sigma), normativas, software técnico y proyectos con métricas de eficiencia, seguridad o disponibilidad.
- En áreas comerciales, priorice KPIs (ingresos, margen, cuota, CAC, retención, NPS), tamaño de cartera, territorios y herramientas de CRM.
- Ajuste el perfil profesional y el orden de secciones según lo más relevante para la vacante (por ejemplo, “Proyectos” antes que “Formación” si aporta más).
Consistencia y normas de estilo
- Porcentajes con espacio fino: 15 %, 20 %.
- Fechas homogéneas (p. ej., 2019–2024), ubicaciones con ciudad y país, y numeración coherente.
- Evite jerga interna y abreviaturas no explicadas.
- Nombre del archivo profesional: Nombre_Apellido_CV.pdf.
Errores frecuentes que conviene evitar
- Sobrecarga visual o plantillas muy gráficas que dificultan la lectura o el filtrado automático.
- Viñetas sin cifras, sin verbo o con primeras personas extensas.
- Listas de habilidades genéricas sin evidencias en experiencia o proyectos.
- Información personal irrelevante o desactualizada.
- Extensión excesiva sin selección de logros.
Adoptar esta estructura y estilo facilita que la persona reclutadora identifique rápido la adecuación al puesto y permite comparar candidaturas con criterios objetivos. Un CV sobrio, orientado a resultados y personalizado para cada vacante incrementa la tasa de entrevistas obtenidas y proyecta una imagen profesional coherente. ¿Qué vacante objetivo tienes hoy para adaptar el perfil y las palabras clave del documento?