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¿Por qué es importante la seguridad y salud en el trabajo?

Hablar de seguridad y salud en el trabajo (SST) no se trata solo de cumplir con una obligación legal, sino de cuidar a las personas que forman parte de una organización. Es decir, asegurarse de que quienes trabajan puedan hacerlo en condiciones seguras, sin poner en riesgo su salud física o mental.

Cuando se descuidan estos aspectos, las consecuencias pueden ser graves: desde accidentes y enfermedades ocupacionales hasta sanciones legales o pérdida de reputación para la empresa. Además, cualquier incidente tiene un impacto directo en la vida de las personas y sus familias, más allá de lo laboral.

Lo que dice la ley y por qué importa

En países como Perú, la ley establece con claridad que es responsabilidad del empleador proteger al personal en el espacio de trabajo. Esto incluye ofrecer condiciones seguras, capacitar al equipo, prevenir riesgos y actuar rápidamente si ocurre un incidente. No cumplir con estas medidas puede derivar en multas, indemnizaciones o incluso procesos penales.

Y más allá de lo legal, está el compromiso ético: nadie debería exponerse a riesgos evitables solo por cumplir con su jornada laboral.

¿Qué puede pasar si no se gestiona bien la SST?

Las consecuencias no se limitan a un área específica. Una mala gestión puede derivar en:

  • Problemas legales: desde multas hasta procesos judiciales.
  • Pérdida de confianza del personal: si no se sienten protegidos, el compromiso y la productividad bajan.
  • Impacto económico: los accidentes generan costos directos e indirectos, como interrupciones operativas o gastos médicos.

El papel de los comités y la participación activa

Cuando una empresa tiene 20 o más personas trabajadoras, debe contar con un Comité de Seguridad y Salud en el Trabajo (CSST). Este grupo tiene la tarea de supervisar, proponer mejoras y colaborar en la prevención de riesgos. Se compone tanto de representantes del empleador como del personal.

En empresas más pequeñas, esta función recae en un supervisor designado. Lo importante es que siempre haya alguien pendiente de que se cumplan las medidas de seguridad.

Buenas prácticas que marcan la diferencia

No basta con tener un plan en papel. Algunas acciones concretas pueden hacer una gran diferencia:

  • Revisar regularmente los riesgos y ajustar las medidas de prevención.
  • Capacitar al personal para que sepa cómo actuar ante una situación de riesgo.
  • Establecer claramente quién se encarga de qué en temas de seguridad.
  • Contar con una herramienta que ayude a seguir de cerca la normativa vigente.
  • Investigar a fondo cada accidente para evitar que se repita.

Estas medidas no solo ayudan a cumplir con la ley, sino que generan confianza y un mejor ambiente de trabajo.

Más allá de las normas: la experiencia del trabajador

Hoy en día muchas organizaciones trabajan en entender la experiencia de su personal, igual que hacen con sus clientes. En ese proceso, la seguridad y salud ocupan un lugar clave. Escuchar lo que el equipo necesita, identificar puntos de incomodidad o inseguridad y actuar con rapidez son señales de una empresa que cuida a su gente.

La seguridad y salud en el trabajo no son un trámite, sino una manera de demostrar respeto por las personas. Cuidar a quienes forman parte de una organización es también cuidar el futuro del negocio. Al final, crear entornos laborales más seguros y humanos es una tarea de todas y todos.

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